El equipo de Santa Eulària afronta su segunda temporada en Superdivisión con la joven promesa ibicenca Natalia Miramontes y la número uno de Chile, Paulina Vega, como principales figuras. El domingo derrotaron al Linares, un rival directo por la salvación, y toman oxígeno de cara a la segunda vuelta. «Se ve más clara la permanencia, pero tendremos que estar muy finas», dice la chilena.

Sobrevivir en la máxima categoría nacional de cualquier deporte es ya de por sí un éxito, pero hacerlo en un territorio escueto y delimitado por el mar como es Ibiza y en una de las disciplinas (ping pong) que más gente ha practicado es poco menos que ilusorio. En Santa Eulària, sin embargo, llevan casi una década progresando en el tenis de mesa a base de dedicación y de potenciar la cantera con ´espejos´ en los que reflejarse como Anne Monge o Natalia Miramontes.

Uno de los principales culpables del crecimiento de este deporte en la isla, Rafa Martínez, admite que es «muy difícil consolidarse» en la Superdivisión femenina, competición en la que, tras los dos partidos disputados este fin de semana, el Covicsa ocupa la novena plaza con cuatro puntos de margen sobre el descenso. «Estamos muy contentos. Nosotros estamos luchando contra equipos que cuentan con jugadoras rusas, eslovenas€ y nuestra intención es que Santa Eulària e Ibiza puedan ofrecer las condiciones para que nuestras jugadoras sigan mejorando», sostiene el técnico y jugador afincado en la isla desde hace nueve años.

En este tiempo, ha visto crecer y madurar a la gran referencia del tenis de mesa pitiuso, Natalia Miramontes. Su progresión es clave para que el bloque de la Villa del Río se afiance en la máxima categoría femenina estatal. «Es nuestra punta de lanza. Cuando alcanzó un 80% de victorias en División de Honor conseguimos ascender a Superdivisión, y ahora promedia un 30%; es decir que gana uno de cada tres partidos que disputa, lo cual está muy bien», defiende su entrenador, quien espera que la joven jugadora «tenga ganas de entrenar mañana y tarde en el CAR (Centro de Alto Rendimiento de Madrid) y sea internacional con España».

La plantilla del Covicsa la completan las jugadoras chilenas María Paulina Vega, número 1 de su país y 53 del mundo, y Judith Varimia Morales, que debutó este fin de semana con el primer equipo, además de la canterana Marina Tur. Por el contrario, ha causado baja la serbia Andelija Ratic por desavenencias con el club, y a falta de «dinero para contratar jugadoras», como precisa Ramírez, «es primordial que los chavales del club tengan un espejo bueno en el que mirarse para mejorar», casos de Vega y Miramontes.

Rafa Ramírez asegura que para jugar en Superdivisión «se necesita tener un presupuesto alto». En este sentido, el responsable del CTT Santa Eulària agradece el apoyo de las instituciones y sobre todo del patrocinador principal, Covicsa, para poder hacer frente a los gastos por desplazamiento del primer equipo, y mostró con cierta ironía el pobre respaldo que reciben por parte de la Federación Española de Tenis de Mesa (Rfetm): «La Federación pone muchas pegas, tenemos que pagar licencias, inscripciones. Pero este año estamos muy contentos porque nos han regalado una mesa, pelotas y cuatro vallas. Hay que ser positivos».

En cuanto a las categorías de formación del tenis de mesa en la isla, Rafa Ramírez admite que maneja unos parámetros «similares a años anteriores», con algo más de un centenar de licencias. Aunque se pregunta «¿quién no ha jugado al ping pong alguna vez en su vida?», Ramírez admite que «no hay tantos chavales» como les gustaría. «Siempre queremos más aunque la cantera va bien, como siempre. Desde hace nueve años que estoy, siempre hemos conseguido medalla en los campeonatos de España, con muchos jugadores distintos», argumenta el preparador catalán, quien sostiene que «la punta de lanza» de este deporte en Ibiza es Natalia Miramontes, que en febrero cumplirá 16 años de edad.

Paulina Vega, la referencia

Gracias a un convenio con la Federación chilena de tenis de mesa, el Covicsa Santa Eulària cuenta desde mediados de la pasada temporada, ya en la Superdivisión femenina, con la número uno del ranking de su país, María Paulina Vega Magaña. A sus 33 años, esta fisioterapeuta ha conseguido hacer del tenis de mesa su profesión, y gracias al impulso que ha alcanzado en la isla logró títulos internacionales en los Juegos Bolivarianos, Panamericanos y Sudamericanos que le han hecho escalar hasta el puesto 53 del ranking mundial de este deporte.

«Yo quiero aprovechar que estoy en mi mejor momento y que ahora puedo jugar de manera profesional. Tengo que aprovechar al máximo mi experiencia», indica Paulina Vega, quien el pasado sábado consiguió, junto a su compatriota Judith Morales, infligir la primera derrota al UCAM Cartagena en un encuentro de dobles. El conjunto de Santa Eulària perdió 1-4 con la potente escuadra murciana, pero anteayer vencieron al Tecnigen Linares 4-2 en un duelo directo para la permanencia. «Hay varios partidos en febrero que podrían ayudarnos a quedarnos más tranquilos, pero habrá que luchar cada punto. Se ve más clara la permanencia, pero los que están por debajo pueden remontar y tendremos que estar muy finas», subraya.